Hoy nuestros corazones están llenos de alegría y gratitud por la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Celebramos el gran amor de Dios por nosotros y la esperanza de vida eterna que ofrece a toda la humanidad.
Pero mientras nos regocijamos en las Buenas Nuevas de la Resurrección, también debemos recordar nuestro deber como seguidores de Cristo. Estamos llamados a ser evangelizadores, proclamando el mensaje del Evangelio y a compartir el amor y la misericordia.
Al igual que las tres mujeres al ver la tumba vacía y escuchar acerca de la Resurrección, debemos ponernos en marcha para compartir esta asombrosa Buena Nueva con los demás.
Esta Pascua, renovemos nuestro compromiso con la evangelización. Seamos audaces al compartir la verdad de la Resurrección con los demás, y nunca dudemos en invitarlos a encontrar el amor de Dios en Cristo y en su Iglesia.
Que la alegría de Cristo resucitado llene nuestros corazones y nos inspire a ser testigos fieles y valientes del Evangelio.
Que Dios te bendiga.
Pedro Sola